sábado, 1 de septiembre de 2012

Maras: Detrás de los muros



El fenómeno de las maras en Centroamérica y el mundo guarda una íntima relación con la comisión de ilícitos. De ahí, que sus delitos se encuentren tipificados y que a nivel social conformen una subcultura de individuos etiquetados como delincuentes y desviados.
Sociedades del cambio

Los tiempos modernos implicaron una serie de cambios estructurales e institucionales que llevaron a un replanteo de las formas de actuar, pensar y sentir de los seres humanos.
La globalización y los avances tecnológicos abrieron las puertas de un nuevo sistema del manejo delictivo que encuentra su raíz, en el caso de las maras, en la marginalidad y la violencia que padecen.

Las sociedades se encuentran en un cambio permanente. Cambios que se producen por los conflictos que se dan en el interior de las mismas. Elementos que conforman esta sociedad moderna y contemporánea que contribuyen a esos cambios.
Sociedad global compuesta por diversos grupos sociales, en la cual existen diversas definiciones acerca de lo justo y lo injusto; del bien y del mal.


  • Grupos sociales antagónicos que ponen en juego el poder político.

Cuestiones teóricas

Jurídicamente se define delincuencia como la infracción de una norma penal. Es decir, los actos delictivos son aquellos comportamientos cuya realización está sancionada con una pena en una ley.

Los pandilleros llevan adelante ilícitos penados por la ley y también cometen infracciones de normas sociales, lo que los convierte además, en desviados.
Históricamente los estudios acerca de la delincuencia han procurado contestar a la pregunta causal acerca de por qué la gente delinque. Por su parte, la criminología, busca contestar a la pregunta acerca de cómo aprendemos a identificar, interpretar y catalogar determinados comportamientos como delitos.

Entonces, mientras los primeros se centran en la motivación de delinquir; los segundos hacen foco en los procesos de definición.
En el caso particular de las maras, referirse a delincuencia es indagar sobre lo que se conoce como delincuencia juvenil.

Se trata, la delincuencia juvenil, de relaciones delictivas en las que el delincuente es el joven. No obstante, esta definición encierra una contradicción y es que al ser menores de edad son menores de edad penal. Es decir, técnicamente, no son delincuentes.

Ahora bien, inicialmente el interés por la delincuencia juvenil fue de tipo humanitario; esto es, protección a menores marginados. De lo cual se infiere que un delincuente juvenil puede ser cualquier joven marginal y problemático.

Las teorías de la delincuencia juvenil se han centrado fundamentalmente en los jóvenes marginales a partir de dos de las principales vertientes de la criminología. Como se llega a ser delincuente y cómo se llega a ser definido como tal. Las vertientes mencionadas se han nutrido de la transmisión cultural y del etiquetaje.

La primera noción tiene que ver con el aprendizaje delictivo que se lleva adelante en el seno de las subcultura a través de la organización de bandas (Maras por ejemplo)
La segunda noción tiene que ver con el etiquetamiento, o sea, con la reacción de la sociedad frente a la comisión de ilícitos. Esto último encierra, selección de unos individuos; confrontación con la sociedad, veredicto, institucionalización y oficio delictivo.


  • Poder y terror en el mundo de las maras


Los miembros de las maras se unen para conformar un poder que individualmente no poseen.
El poder que surge de esa unión es la herramienta fundamental para generar terror. Por tal motivo, poder y terror se convierten en dos variables que conforman una relación dialéctica en el mundo de las maras.

Convengamos también que el poder es una dimensión universal que existe en toda situación social. Y si bien es cierto que existen distintos tipos de poder, el poder que predomina en las maras, es aquel vinculado con la fuerza. Una fuerza que incluye la fuerza bruta; la represiva y la opresiva.

Pues el poder adquirido conjuntamente debe mantenerse. Así, los pandilleros buscarán mantenerlo y acrecentarlo a través de la constitución de sus propias leyes.
Leyes que representan su seguridad al tiempo que generan la inseguridad de los otros.
Por otro lado, el poder de las maras adquiere relevancia cuando se trata del poder de la influencia para coptar más cantidad de integrantes.

O sea, un poder que incluye la capacidad de manipulación.
Entonces, el poder de las ellas genera terror. Entendiendo al terror como el máximo nivel de miedo. Como un sentimiento prácticamente incontrolable que pone en jaque, por un lado, la residencia de muchas personas que comparten el barrio habitado por mareros y por otro lado, el orden social establecido desde arriba.


  • Sistema carcelario, maras y liderazgo


La comisión de delitos de tipo penal tiene como castigo el encierro.
Y las penas, en condiciones ideales, deben ser proporcionales al delito cometido.
Pero como muchos mareros son menores de edad, no pueden ir a prisión. Por tal motivo, la cantidad de planes alternativos para combatir a estas pandillas y prevenir la formación de las mismas son muchos.

Desde los planes de mano dura, pasando por la ley Antimara hasta el proyecto “Nueva Esperanza” puesto en práctica en Panamá, los intentos por frenar la propagación de las maras han sido constantes.

Sucede, que frenar esta expansión es una tarea muy complicada; más, cuando casi el 50% de los delitos cometidos en las calles están dirigidos desde las cárceles. Porque esto es lo que ocurre en países tales como Guatemala y El Salvador. Allí, se han registrado -según indica una nota llamada “El infierno de las prisiones guatemaltecas” publicada en el diario El País de España- los más terribles motines de la historia carcelaria Centroamericana.

El colapso, así como las malas condiciones de infraestructura y sanidad de las distintas prisiones que componen el sistema penitenciario hacen que la estadía en las mismas se vuelva más complicada de lo que de por sí es.
Además, dentro de un mismo pabellón se encuentran presos que pertenecen a distintas maras, muchas de ellas, rivales entre sí.

Por tal motivo, el año pasado (2005) se produjo un enfrentamiento sangriento en una de las prisiones de Guatemala, protagonizado por integrantes de la mara Salvatrucha y la MS18 que tuvo un saldo de 36 muertos y 60 heridos.
Y del mismo modo que se gestan delitos desde el interior de las cárceles hacia el exterior, también se cometen ilícitos dentro de las mismas prisiones.
En las cárceles los reclusos deben cumplir diversas tareas y obligaciones.
Madrugar para llevar adelante la limpieza de los sanitarios y las celdas; en caso de querer un colchón y mantas pagar por ello; y pagar por ingresar al rancho, como se dice en la jerga carcelaria.

Es decir, al igual que afuera, los mareros imponen sus propias leyes y la impunidad cobra un papel protagónico.
No obstante, todos aquellos reclusos dispuestos a pagar la extorsión que los “cabecillas” imponen se encuentran libres de realizar dichas tareas y hasta tienen, según el dinero que posean, comodidades y acceso a drogas, licores y prostitutas.
Hay una fidelidad hacia los lideres, creándose una relación de dominación en la cual el líder afirma su yo y esa afirmación induce respuestas de sumisión. Esto quiere decir que la dominación de unos siempre tiene como contrapartida la sumisión de otros y la agresividad forma parte de este tipo de relación.

El liderazgo que se conforma en las maras y dentro de las prisiones es de tipo autocrático. Y lo autocrático se vuelve más visible al momento de coptar adeptos, dado que en esa instancia, el apoyo se logra mediante la variable fuerza.
En síntesis, en las cáceles, la seguridad no está asegurada por los guardias; al contrario, la seguridad depende increíblemente de los lideres de cada uno de los grupos que allí se conforman y del sometimiento de los reclusos para con ellos. Lo cual, denota claramente una profunda crisis del sistema penitenciario y de los gobiernos de turno que no se preocupan por dar una solución a este tipo de situaciones que generan más violencia y destrucción del tejido social.


  • De víctimas a victimarios y viceversa


Las maras están por todos lados y buscan tener centros de operación en puntos limítrofes entre dos países para poder dedicarse al contrabando, narcotráfico y robo. Hechos que por lo general van acompañados de la muerte de los inmigrantes que esperan una oportunidad para cruzar la frontera.

Porque estos inmigrantes siempre cuentan con una cantidad importante de dinero para pagar los servicios de los llamados coyotes o traficantes de humanos.
Ahora bien, una vez que llegan a la cárcel, los pandilleros comienzan a vivenciar el deplorable estado en el que se encuentran las cárceles en América.
Muerte por asfixia y quemadura entre maras rivales; constantes motines; violaciones a los internos; y demás son algunos de los padecimientos y destinos que les espera a los mareros detrás de los muros.

Se podría decir que un primer momento los mareros fueron víctimas de la pobreza y la marginalidad para convertirse luego en victimarios, ya que una vez reunidos en diferentes células, el poder conformado se fue expandiendo hasta lograr atemorizar a poblaciones enteras invalidando cualquier tipo de control social.

No obstante, y ya recluidos, en cierto modo los mareros pasan a ser nuevamente víctimas de la inseguridad que se vive en las prisiones.
Las rivalidades dentro de la cárcel explotan con mayor firmeza y el descontrol se posiciona en el centro de la escena.

En Honduras llegó a haber un saldo de 102 muertos como producto de un enfrentamiento entre miembros de distintas maras. Porque los enfrentamientos en las prisiones son un hecho común, tristemente naturalizado.
Ocurre que el descontrol antes mencionado y la falta de personal idóneo exacerba la violencia que los pandilleros portan.
En Guatemala, por ejemplo, han llegado a violar las normas de seguridad de una prisión de “máximo control” y se han escapado 19 presos que durante seis meses cavaron un túnel. Así, estos pandilleros, bajo la cultura del zafe evitaron cumplir condenas de hasta cincuenta años de reclusión por asesinatos y secuestros.


Maras: Definicion y Solucion

Primero que nada, expliquemos las palabras: Mara viene de pandillas, y esta a su vez de cuadrilla que son un grupo de personas que comparten una misma identidad, anteriormente usada de manera homogea para varios grupos de personas sin necesidad de ser de un bando exactamente. Las pandillas era un grupo de amigos que se juntaban para divertirse pero esta diversion se convirtio en ociosidad y esta ociosocidad genero libertinaje, el cual con la pobreza, la necesidad de aceptacion en un grupo y problemas psicologicos debidos a violencia intrafamiliar, u otros transtornos en la juventud como los enfrentamientos paramilitares en El Salvador al inicio y despues, la inmigracion hacia la tierra del tio sam, y la constante atraccion por la vida americana o mejor decir el “sueno americano”

Este hermoso especimen, es un marero de la 18, que esta siendo curado de los ataques de la mara salvatrucha, en los ataques en el Hoyon. Si alguien logra notar las facciones de su cara dentro de tanta mancha, notara que esta super asustado. Desgraciadamente, esta persona ya no puede ser asimilada a la sociedad.


Hoy en dia, el recuento de maras que hay en Guatemala es inexacto, diciendo que hay mas de 300 solo en la capital. Las maras se controlan hoy en dia, el trafico de drogas, venta de organos, secuestros, robo armada, robo de carros y demas mierdas que hasta nausea me dan mencionarlas. El producto de una sociedad analfabeta, regida por militares dictadores de una patria ciega, descendientes de padres guerrilleros asesinados o desaparecidos, los famosos hijos de la guerra. Pero eso ya paso, las nuevas generaciones ya no son hijos de nadie, son bastardos de la sociedad que los apretujo en la esquina del rechaso y los embarro de envidia, deseo y ambicion, escupiendoles la ignorancia y la falta de amor. De antemano les digo, estos mierdecillas son el excremento de la sociedad, fueron creados por la misma, y ahora no los quieren.
muerto
Una senora reconoce a uno de los muertos en el enfrentamiento en el Hoyon. Granadas y plomasos en una prision???
Las maras se originaron a raiz de problemas en el pais, y con adherencias de otras culturas, como la americana, mexicana, puerto riquena y negroide entre otros. Se originaron en Estados Unidos, en las calles de L.A. por la necesidad de pertenecer a un grupo ya que los mexicanos eran los de mayor demografia y las pandillas de ellos ya dominaban el terreno. las constantes deportaciones hacia sus paises de origen, lograron un entrecruce de culturas en tan corto tiempo, que ni los sociologos lo vieron. La constante idea subliminal del suenio americano, y las grandes remesas enviadas del extranjero produjeron masivas inmigraciones como dicho anteriormente y esto por consiguiente amplio mas el rango de distribucion de una nueva cultura. Una vez mas, demole gracias a los Estados Unidos de NorteAmerica porque contal de deshacerse de las maras, las deportaba sabiendo la destruccion que estas harian en paises con seguridad minusvalica y lideres con sindrome down. Lo que no se pusieron a pensar es que de que regresaban, regresaban y ahora tan igual que pizados que nosotros!


Hoy en dia, estos huevones se han proliferado como conejos y aunque las mas famosas en el mundo entero son la 18 y salvatrucha la cual tiene mareros hasta en Asia y Australia!!! (100,000 pendejos en todo el mundo), hay otras mas pequenas que se dedican a lo mismo. Muchos de ellos van a la carcel a aprender, y regresan corregidos y aumentados. El asesinato de mujeres o el simple homicidio por un celular, una cadena, un reloj algo que no es de valor para nosotros, para ellos es un trofeo. No hay forma de regresar a los mareros de hoy a su capullo, aunque hay algunos que esperan ser rescatados, hay personas que ya no les hacen mover un dedo. He visto gente morir, ser asaltada, o amenazada, me han asaltado y plomeado y he oido de gente que ha sido violada por estos inmorales, he visto como han destruido una ciudad en cuestion de meses y despues de ver esto solo me queda mas que decir: FUCK THEM!! podemos rescatar a los que van en camino, y darles a entender la diferencia entre el bien y el mal, a base de religion sin importar cual, educacion, y aceptacion pero estos que ya estan fuck’em, fuck’em all!.
Contigo hablo Claro
La masiva incursion de medios de comunicacion y la famosa vida “hip hop” de gansters y demas shows publicitarios que los negros y puerto riquenos, alguno que otro cubano, y un mexicano shute, convence a cualquiera. Mujeres putonas que dan el chiquelo a diestra y siniestra, que las tratan simplemente como objeto sexual y ellas adoran ser consideradas asi, dinero que sale por borbotones, dueno de carteles, y temidos por todos… el tipico sueno de estos personajes de nuestra historia ambicionan y por falta de otras fuentes no pueden lograrlo. No digo que tener dinero sea malo, o carros, hasta la oportunidad de conocer bellas, esbeltas, inteligentes mujeres, pero todo tiene una forma de como, y tambien un “como” utilizarlo. Este como es a base de trabajo honrado, largo plazo y utilizando las virtudes que se adquirieron en una vida de restringiones y estudios, y si no es estudios a base de trabajo que genera practica y conocimiento. Son mejor remunerados y no le deben ni temen a nadie. Esto, incurcarselo a un marero que viola mujeres, que mata por diversion y se droga hasta ver pitufos, seria como Portillo que regrese con las manos atadas, pidiendo que lo ajusticien por lo que hizo.
Iglesia

 Ahorita las senio Torrebiarte esta comiendose las unias porque el “Black” regreso al penitenciario. Es tan pendejo el “black” que lo volvieron agarrar, sino es que se metio de regreso al bote porque se lo querian quebrar afuera. Que se lo quiebren! uno menos que diferencia hace? Miles de mujeres murieron, muchas de ellas enbarazadas otros asesinados por un puto “varo” y que diferencia hubo? NADA PARA NADIE QUE NO FUERA SU FAMILIAR!! ahora uno de estos que su familia ya lo dejo por lo mismo, no merece juicio.
Desolacion
El senor Estuardo narra la desaparicion de su hijo, que era un supuesto miembro de la mara 18, en una iglesia abandonada en el mezquital. Aunque la policia clama inocencia, esta zona ha sido una de las mas ocupadas en la mision “limpieza”.
Las maras seguiran proliferandose, sino se hace un cambio en la sociedad, sino se educa y se ensenia a disernir entre el bien y el mal, entre el esfuerzo y recompensa, entre una familia y amor, el de dar y no recibir, el de crear algo para alguien que no se obtuvo.. hacer bien y no mirar a quien. Estos preceptos, enseniados de manera virtuosa lograran un cambio, a largo plazo como siempre… siempre y cuando sea a las nuevas generaciones… de la de ahorita, se pueden recuperar valiosas piedras preciosas entre todos los carbones, pero no si ellos ponen si quiera un pedacito de impulso. Una vez mas, la mejor forma de ayudar es haciendo cada uno su movimiento. No le de de comer a los mareros con sus ignorantes puntos de vista. Haga usted el cambio en su vida, como educando a cualquiera que conoce… lea mucho, instruyase e instruya a los demas, aunque lo tachen de “que chinga ya viene este cerote con sus mierdas” pero de que les deja algo, les deja algo. Conozco varios “disque” mareros aqui, y cuando me dicen que si vivi por la limonada y les digo que si, se asustan, aun asi trato de inculcarles el valor del dinero a base de trabajo.
Ayuden a Guatemala aportando su granito de arena. Eduque a sus hijos, parientes amigos, regale su ropa vieja, no la tire, ni la de a pacas, dela a la cruz roja y done dinero para los pobres. Sino quiere su hijo, delo en adopcion; miles de huecos estan adoptandolos y dandoles un excelente techo y educacion. No le gustan las maras eliminelas del mapa para la siguiente generacion, como dije anteriormente esta ya esta mas podrida que los cadaveres producto de la misma.

Guerras entre Maras



“Ver, Oír y Callar” se lee en uno de los tantos grafitis que llenan las paredes de Colonia Paraíso, una de las áreas mas violentas de El Salvador. Colonia Paraíso se ubica al oriente de la ciudad de San Salvador, en ella conviven cerca de mil familias, el 80% pertenecen o están relacionadas con la Mara Salvatrucha o la M 18, las dos pandillas juveniles que se pelean por controlar el territorio del país.
“Es muy difícil salir de aquí. Aquí no hay futuro” comenta a este medio un “marero” que no quiso ser identificado. “Vives con la cabeza gacha y no te puedes contradecir con ellos (los jefes de la organización)”.El “marero” explica que el se encargaba de “hacer la vuelta en los buses”, es decir, que se ocupaba de “cobrar la renta” a los conductores de autobuses, una modalidad de extorsión para permitirles el paso en determinadas zonas.
"El empresario que no paga se expone a que lo maten a él, a sus empleados y le quemen el bus o el microbús. Entonces que queda, pues pagar y no arriesgarse a que pueda suceder algo", explica al periódico hondureño “El Heraldo hn” el presidente de la Asociación de Empresarios de Autobuses, Genaro Ramírez.
Según la Federación de Cooperativas de Transporte Salvadoreño, el año pasado se pagaron 9.2 millones de dólares en extorsiones y cerca de 100 transportistas perdieron la vida en hechos relacionados con este delito.
Se estima que en El Salvador un 77% de las extorsiones derivan de “pandilleros” y el 23% de delincuentes comunes, mientras que el 50% del total de las actividades delictivas están relacionadas con las pandillas juveniles.
Además de extorsionar y asesinar, las pandillas juveniles, poseen nexos internacionales y están relacionadas con el robo, los secuestros y el tráfico de drogas. El problema se agrava ahora, ya que organismos oficiales de gobierno están relacionando a estos grupos de jóvenes delincuentes con los carteles de droga más importantes.
Las autoridades dicen que los carteles utilizan a los mareros como sicarios y para ingresar droga a diferentes países.
“Antes no era así”, dice otro testigo. “Antes, los militares arrestaban a los muchachos que se encontraban en la calle a la noche y los obligaban a servir en el Ejército”. El testigo se refiere a la época que antecede la década de los 90.
Hace poco más de 20 años, miles de jóvenes salvadoreños huyeron a Estados Unidos frente a la inminente guerra civil; un conflicto bélico interno en el que la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) se enfrentó a las fuerzas insurgentes del Frente Farabundo Marti Para la Liberación Nacional (FMLN). Escaparon del Ejército, los escuderones de la muerte, la guerra y la miseria. Muchos se fueron a vivir a Los Ángeles (California) y allí se ubicaron en las áreas más pobres. Sin documentos legales ni empleo, aprendieron en la calle los malos vicios de los pandilleros angelinos.

Maras,Sicariato y Estorsion



Cuando el fenómeno de las maras comenzó en Honduras, los pandilleros solían robar carteras, artículos domésticos, radios de carro, gorras o bicicletas; pero en los últimos años, el cambio ha sido drástico, pues ahora se especializan en el sicariato, extorsiones, tráfico de armas, narcotráfico, lavado de activos, secuestro y robo de vehículos.
Además están distantes aquellos días en que usaban pistolas de bajo calibre, cuchillos, chimbas o velocímetros para cometer sus actos delictivos pues ahora cuentan con potentes variedades de armamento y costosa logística para ejecutar sus crímenes.
Han tenido mutaciones visibles y a veces imperceptibles que se produjeron hasta hoy luego de dos décadas de convivencia de las pandillas, no solo en el territorio hondureño, sino en los países centroamericanos del triángulo norte como se les conoce a Honduras, El Salvador y Guatemala.
El estudio “Situación de las Maras y Pandillas de Honduras 2010-2011” elaborado por el PNPRR (Programa Nacional de Prevención Rehabilitación y Reinserción Social), realizado durante el período comprendido entre septiembre de 2010 y enero del 2011, revela la elaborada organización que tienen en el presente las pandillas, lejos ahora de aquella simple estructura que se limitaba a definir quién era jefe y quién subalterno.
Los resultados del estudio serán presentados hasta la próxima semana, pero Diario LA PRENSA tuvo acceso exclusivo al documento.
Evolución de las maras
El informe sobre maras y pandillas da a conocer que tanto la pandilla 18 como la mara Salvatrucha o MS13 tienen contadores responsables de legalizar sus activos y de llevar las nóminas de pago a todo aquel que haya brindado servicio, sean estos abogados, militares, miembros del Poder Judicial, periodistas, médicos, etcétera.
También utilizan el sistema financiero nacional, por medio de allegados a las pandillas, los cuales prestan sus nombres para abrir cuentas en los bancos y adquirir legalmente armas, vehículos y bienes inmuebles.
Las pandillas diversificaron sus actividades y comenzaron a incursionar en el mercado convencional invirtiendo en algunas actividades económicas lícitas, como el transporte urbano, específicamente el negocio de taxis y rapiditos.
Para los gastos menores utilizan fondos de una especie de “caja chica” y además se auxilian de “buzones” (lugares facilitados por vecinos para almacenar entre otras cosas, dinero, armas, drogas, etcétera). A los  vecinos que utilizan para esos fines primero les entregan una suma de dinero importante y luego le van solicitando del mismo pequeñas cantidades para cubrir sus necesidades más inmediatas.
El estudio dice que mareros y pandilleros han invertido en algunas pequeñas y medianas empresas, es decir, que se están insertando en la economía formal de la sociedad.
Debido al cobro del impuesto de guerra, sus trabajos relacionados con drogas, los pagos que reciben por efectuar tareas de sicariato, secuestros, etcétera, ahora las pandillas son asociaciones con ingresos importantes que cubren las necesidades de todos sus miembros y en algunos casos incluso apoyan económicamente los sectores en que residen. Para garantizar sus inversiones, catalogaron la corrupción como uno de los peores errores de quienes los cometen.

Maras de Honduras quieren tregua




El mediador salvadoreño y exguerrillero Raúl Mijango aseguró este martes que las maras de Honduras y Guatemala "desean llevar adelante una tregua", así como ha ocurrido en El Salvador.
"Serán ellos los que tendrán que buscar las formas para replicar este proceso en Guatemala y Honduras, ya que no me puedo entrometer en las dinámicas de otras naciones, por ello nos han contactado", declaró el exdirigente izquierdista a la prensa.
Mijango junto a la Iglesia Católica media en un proceso de pacificación entre las maras MS y la 18 en El Salvador.
Las pandillas han sembrado el terror entre los hondureños con sus actos delictivos como la extorsión y el cobro del "impuesto de guerra " a los negocios y comercios.
Esta misma semana un motín de pandilleros en el centro para menores infractores "Renacer" dejó como saldo varios heridos y destrozos.
"Lo único que puedo decirles es que yo sí conozco de la voluntad de las pandillas, tanto de Guatemala como de Honduras, de querer entrar en un proceso como este", aseguró Mijango.
Cabe recordar que el proceso de paz en El Salvador es apoyado y verificado por la Organización de Estados Americanos (OEA).  
En su visita a El Salvador, los pandilleros ofrecieron al secretario de la OEA, José Miguel Insulza un desarme parcial en el país vecino.

Las Maras en Honduras


Sus integrantes suelen ser bandas que delinquen y plasman sus actos criminales en sus cuerpos a través del tatuaje. Entre sus prácticas, una muy extendida es la de los ritos de iniciación entre las chicas. Normalente, obligan a la mujer que quiera incorporarse al grupo a someterse a los caprichos sexuales de los líderes de la banda. 

Entre sus rasgos más notables está la crueldad: ser capaz de golpear, mutilar o asesinar al prójimo sin el menor escrúpulo confiere prestigio y jerarquía. A veces hasta graban sus fechorías en móvil.

Este grupo se originó a raíz de la migración masiva de personas iniciada en la década de 1970, cuando Estados Unidos comenzó una campaña de deportaciones por las que algunos salvadoreños, excluidos de la sociedad norteamericana, volvieron a su país con nuevas vivencias, diferente forma de vestir y se convirtieron en líderes y así los adolescentes de los barrios marginales comenzaron a imitarles.
Después de esta definición, es interesante saber lo que significa esta palabra. Significa “Aguas amargas” y viene de “Marahonta” una especie de hormiga que ataca en colectividad.

¿Porque se han formado? Honduras no tiene una política para la población pobre y el Estado no ayuda a la gente pobre como en Francia. La familia está perdiendo de su importancia. Los niños crecen con sólo un pariente. Por eso, cuando entran en la adolescencia, necesitan entrar en un grupo. Conocen a los Maras en Estados Unidos y cuando regresan a su país de origen, después de estar deportados por sus condiciones de de ilegales, organizan estas pandillas
Los jóvenes del campo venden sus animales para ir a la ciudad pero conocen allá condiciones peores. Lo peor es la perdida de valores y la adopción de valores ligadas al dinero y no a la cultura y la moralidad. Atrae más el dinero fácil ligado a estos grupos que ir a la escuela y aprender. 
Estás son las características que identifican a un mara: Modo de vestirse, tatuaje, cortes de pelo extravagantes, lenguaje que es una mezcla de español e inglés, rayan paredes, caminan en grupo, consumen drogas, hacen señales de mano. Hay la 13 y la 18 y se pelean mucho con crueldad. 
Hay mucha imigración hacia los Estados Unidos pero el viaje es tan difícil que sólo muy pocos llegan allá.